Teníamos que saberlo
la paz nos abandonó en la primera mirada
cuando comenzamos a desafiar la gravedad con un cigarro
porque dos cuerpos solo se pueden atraer
si al menos un ego se adelgaza
porque entre las olas del destino poco se puede resistir el diablo
cuando la corriente cambia de plan
si las luces celestes vuelven el polo una ruleta
tejiendo sueños con sus palabras
Teníamos que saberlo
pero buscamos encallar en medio del atlántico
esta tormenta pasara sobre nosotros
bañando cada rincón de nuestra pequeña isla risueña
que tiene las piernas tan cortas como las de una hormiga
poco importa si reímos o cantamos
por eso preferí verte brillar
nada se puede con el sabor en medio de tanta sal
más que provocar la lluvia haciendo venir los sueños
corriendo como niños por las nubes
formando puentes entre ellas
para que el peso del tiempo no las haga caer
con la rabia del mundo envejecido
por tanto escuchar el eco
tampoco debemos temer
la tormenta vivirá con nosotros porque nacimos marinos
porque las estrellas habitan la noche y los barcos cantan con la sombra
porque la marea sube cuando los recuerdos se montan sobre el otro
como cangrejos queriendo esconderse de la espuma
habitamos este mar de palabras
y nadamos hacia la luna
no dejaré que te sumerjas a menos que quieras formar una colonia
disculpa si por cobijarte del sol te lastimo
hay caricias que hacen sangrar
no por faltar el tacto
si no por sobrar arena
teníamos que saberlo
comenzamos este viaje buscando la esquina del cielo
y tal vez podamos cabalgar el viento
antes de humedecer la punta de una montaña
Tenías que saberlo
pero no había piedras para escribir cuando cayeron los truenos
quienes vivieron siguiendo las estrellas ya lo habían cantado
hay viajes más valiosos que el destino
y noches donde se puede guardar el norte
por seguir un lucero
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