Porque poco vale lo que hay en este prado
un día fue verde
alguna vez pudo ser alegre
aunque hay noches en que se inunda de luces flotantes
suben hasta la copa de algún árbol y luego descienden
como las experiencias en la memoria
cambiarlo todo porque nada encaja en este museo de esculturas empotradas
todas pesadas como la historia sobre los hombros de quien sale por vez primera de la cueva
los nombres deben ser de quien los elige
a quién le importa si tu abuelo ganó una batalla
si tu padre perdió la tuya
en esta tierra solo la sal se da
no falta media coa
cambiarlo todo porque la madre se gasta
y lo putrefacto nos termina nutriendo
si le recostamos el tiempo suficiente
cambiarlo todo porque basta de lamentos
de pazos yermos
y miradas de asombro
nunca quise figurar
entonces tres dimensiones serían un lujo
pero hay más lados en un arcoíris
esta voz solo alcanza cuerpos ajenos
aunque los gritos vengan del interior
y las nubes nacen dentro de las montañas
cambiaría cada suma sin el resultado
cada pieza sin el núcleo
aunque este vacío no deja de alumbrar
aunque ese susurro siempre me guiará hasta el fondo del pozo
cambiaría todo si en esta apuesta no dejara media vida
si las cuatro pasadas me persiguieran
o la muela del juicio terminara de nacer
dejaría de arar el aire
si entre tanto sueño las alegrías no llegaran
acuentagota
si la bruja me jura que después de quemar las naves
un lucero dirá mi nombre
si dos sombras pudieran alargarse hasta el ocaso
viendo el mar
después de construir a mitad del océano
una torre que soporte las caricias de las olas
Categorías:Viajes insolentes
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