narices oprimidas como la infancia de sus portadores
ojos brillantes como las estrellas detrás de la nube
esta ocasión no pinta para tabaco de nostalgia
ni copas de alegría
la mesa dormirá vacía como playa invernal
este paisaje me es ajeno
las calles duermen su ley seca
como todas las leyes que caen del árbol de la tradición
me oculto en los árboles para que no me descubran los recuerdos
me agacho cuando canta la sirena
confundido como pirata en el naufragio de un día hueco de palabras
extraviado en las preguntas que envuelven el presente
como candados bajo corales cubriendo un cofre viejo
pero no te puedo engañar
escapé la última vez que la etiqueta quiso posar sus pies en mi cara
los tiburones de la razón me vieron nadar al naufragio
antes que mordieran mi brazo
las recetas son a mi biografía
lo que la marea a los desiertos
no me busques en estos versos
son el humo que forma tu silueta
mientras navego para encontrar el sol
el rastro que dejo en el camino para atravesar el bosque
salmones que retan la gravedad para buscar estrellas en la montaña
no me encuentres en tu juicio
condena mi historia mirándome a los ojos
pide al río ver al niño que salió de la corriente
para bajar a la casa de los vasos rotos
tejer caminos con la espuma de las olas
en el mar de sus sueños
cuando se comía futuro como postre
y cebollas sin nana como plato fuerte
piénsame en el borde de la cordura
donde las palabras cortan lo mismo que alivian
donde los caminos se miden por los árboles de recuerdo
que podemos sembrar
donde el día más frío y la noche más cálida
marcan la distancia de mi soledad y la tuya
mírame en el espejo
encuentra en mis ojos
el brillo de la vela al fondo de la mina
siente en tu voz el peso de atardeceres
que testificaron las mismas lagrimas al ocaso
la vulgar ligereza de ser una hoja que caerá en el otoño
y nacerá primavera
como el sol
la luna
y todas las utopías
Isidro Alterrealista
Categorías:Viajes insolentes
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