entre rosas y recuerdos
como el asfalto sentimos pasos sobre nuestra vida
algunos con el peso de la palabra nos provocan baches
otros por la humedad provocan cuarteaduras
y los mejores nos hacen abrir las grietas por su calor
con el sopor de lo antiguo
con el vapor liberador del llanto contenido
masticamos la memoria como cucarachas su coraza
y sentimos el placer de mordernos la herida
pero viene alguien a roer este pecho
y deja ebrios recuerdos de miradas cruzadas
entre siluetas se abren caminos de deseo
como en un desierto para exploradores nocturnos
cualquier paso será mejor que el siguiente
hasta llegar a abismo de lo posible
y somos devorados por la sombra de cuentos añejos
animales nocturnos invocados por el aroma de nuestras heridas
entonces corremos tras el arcoíris
como duendes en busca de la olla
para encontrar tras la montaña el mismo paisaje
con los árboles de revés
porque nada hay más antiguo que soñarnos río perene
la primera gota en este mar de tragedias
la primera risa que derrumba la cueva
sueños marchitos albergan nuestras raíces
y enfrentamos el dilema de germinar o volvernos polvo
si una lagrima se niega a cobijarnos de humedad
comemos tiempo porque nacimos con aliento de muerte
de la cueva venimos para hacer un nombre de algún espacio
crecer un suspiro para volverlo un grito en la calle
donde amenaza la tormenta del olvido
y llegar al pasto fresco
donde podamos ver las nubes
danzando para nosotros
antes de volverse el trueno
que nos habrá de despertar
el día que seremos tormenta
dos rayos que intentan abrazarse
en este cielo
que la caricia se vuelve trueno
Isidro Alterrealista
Categorías:Viajes insolentes
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