como nosotros al camino
a reflejarnos en pupilas
y ser nombrados por las mesas compartidas
resisten al crujir inevitable de la pendiente que les ha puesto nombre
porque en la indiferencia de la nube su cuerpo carecía de motivo al tacto
porque al asumir un nombre la deriva es el destino
ver desde el cielo el ansiado momento de impactar en las hojas
y nutrir las flores con la humedad
arrastrándose por los pétalos hasta el centro azucarado
nos escurrimos en la vida como las gotas en la ventana
a quienes asista la fortuna el rayo solar les permitirá evaporarse
viajar alto antes de condensarse en la memoria
ser el pretexto de reflexión de la chica que acostada en el pasto mira al cielo
otras refrescarán el concreto o la tierra
viajarán al fondo para ser absorbidas
diluidas entre otras vidas
mientras la música se confunde con el alarido de la lluvia
esta tarde de silencios y ausencias
que solo pueden fumarse
como el desasosiego
y las ganas de aullar en manada
cuando el encierro lo llevamos dentro
cuando no sabes si taladra más fuerte el vecino
que el anhelo de tener otra noche estrellada
querido corazón
no creas que es un día triste
la vida me sonríe como nunca en la infancia
es solo que prefiero la sal y la pimienta
la tranquilidad de las lagunas me asfixia
prefiero estar en la cresta de la ola
consumirme entre llamas
o que la humedad nazca de la piel mientras derrocho vida
por la ventana miro el sol nacer del gris cielo
y con ello la mueca de tu sonrisa fría
asoma en la memoria
hay más destinos posibles que la bidireccionalidad de la calle
fue el último susurro de la lluvia
apelando al ciclo y la ilusión de ver que nacen colores en el horizonte
tal vez un día
en medio del bosque estas palabras encuentren eco
pero hoy la lluvia nace de mis recuerdos
Isidro Alterrealista
Categorías:Viajes insolentes
Excelente poema Isidro. Felicidades!!!!!
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