vengo del invierno
fui devorado por el concreto
nunca será mío
las paredes huelen a sal de mares pasados
el piso huele a camino andado
entre tierra y lluvia
los pasos tiernos
entre asfalto y atardecer los más duros
en el techo voces de astros añejos llaman a sacrificio
algunos se perdieron soñando brillar más que mis ojos
algunos solo quisieron apagarme
pero sigo adicto a las estrellas
venimos a morir en este mundo sin sabor
donde se fabrican colores secando manos tiernas
donde soñar está prohibido si no es con princesas
o con orgasmos de latex
nunca será mi hogar
nací ave dentro de un reptil
morí a medias de un tsunami interior
alguna vez quise que me pagaran con pólvora
y caer ceniza para urna
pero solo se abrió la puerta de la ternura
en este cuarto las hojas se desprenden cuando espero que florezcan
el polvo se levanta si busco respirar
y solo me escuchan tres imanes
para responder que el corazón se vacía si no hay derroche
tampoco son mis reglas
en mi universo la gravedad es una broma
en mis mares las olas son dos manos que te rodean por la cintura
en mis cuentos no hay final feliz
ni moralejas
solo lo hilos del tiempo en patas de miles de arañas
caminando sobre el manto estelar
querido corazón
tampoco es aquí donde habitas
tus blancas piernas padecen la dureza de este camino
vamos al nido donde todos los ojos saben reí
en tu espalda tendrás alas que no se consuman
y verás la luna por el costado
y las palabras de tu voz caerán sobre mares como gotas
para lloverse en el monte
y dar de beber a las abejas
este hogar nos es ajeno
nadie pudo estar aquí para darle forma
nadie puede abrir la puerta de este universo
y sacudirlo es tan sencillo como hacer un surco en la cascada
o esparcir palabras en tierra yerma
querido corazón
podemos aprender de las flores
que nacen sin ser invitadas
Isidro Alterrealista
Categorías:Viajes insolentes
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